Un insólito hecho generó confusión y dolor en Tucumán: una familia veló a un hombre que supuestamente se había quitado la vida arrojándose bajo un camión cañero en la ruta Alternativa hacia Alderetes, pero en pleno velorio apareció el supuesto fallecido diciendo que estaba vivo. El caso ocurrió el jueves a las 2 de la madrugada cerca del Puente Negro, y derivó en una cadena de errores que incluyó la entrega equivocada del cuerpo y, más tarde, la muestra de un cadáver errado en la Morgue Judicial.
El fiscal Carlos Sale, a cargo de la investigación, había ordenado identificar a la víctima porque no llevaba documentos ni objetos personales. Horas después, una mujer se presentó en la comisaría de Alderetes y aseguró que se trataba de su hijo. Tras reconocer el cuerpo, la Justicia autorizó su entrega para el velorio en Villa Carmela, donde ocurrió la sorpresa cuando el joven entró al lugar y avisó que estaba vivo.
Ante la confusión, la Policía trasladó el cuerpo real del fallecido a la Morgue Judicial, mientras que el muchacho explicó que había estado en Alderetes consumiendo drogas con amigos y sin contacto con su familia.
Días más tarde, una familia de Delfín Gallo sospechó que el fallecido podía ser Enrique Acosta, de 28 años, desaparecido el sábado. Su hermano, Hernán Luna, relató que en la Morgue le mostraron otro cadáver y le aseguraron que no se trataba de su familiar. Sin embargo, al ver fotos oficiales del rostro del joven accidentado, pudo confirmar que sí era su hermano. Luego se supo que empleados de la Morgue habían cometido un nuevo error al mostrarle un cuerpo equivocado.
El Ministerio Público Fiscal confirmó que se abrió una investigación para esclarecer lo ocurrido. “Está todo mal desde el comienzo hasta el fin. Nos hicieron pasar por un dolor innecesario y esto no puede quedar así”, reclamó Luna, en representación de su familia, que finalmente pudo velar a su ser querido en la casa materna.