La Justicia tucumana investiga la muerte de un hombre de 60 años cuyo cuerpo fue hallado este miércoles al mediodía en un predio de la esquina de Pellegrini y Lavaisse, al sur de San Miguel de Tucumán. El caso generó gran conmoción porque la víctima había sido denunciada dos días antes por un presunto abuso sexual contra su nieta.
El cadáver fue descubierto por un grupo de niños que jugaba en la zona y que, al advertir la presencia del cuerpo bajo un árbol, huyó asustado. Vecinos señalaron que no escucharon ruidos ni discusiones previas.
Los peritos determinaron de manera preliminar que el hombre no habría muerto en el lugar, ya que no se encontraron rastros de sangre ni signos de violencia compatibles con un ataque allí. La principal hipótesis es que el cuerpo fue trasladado y arrojado en ese espacio tras su fallecimiento.
El fiscal Carlos Sale, a cargo de la investigación, confirmó que la víctima había sido denunciada el lunes en la seccional 9ª por un supuesto abuso sexual contra su nieta, por lo que los familiares directos quedaron bajo la lupa de los investigadores. Sin embargo, testigos del barrio y compañeros de trabajo del hombre aseguraron que continuaba con su rutina en el aserradero y que no habían notado conflictos recientes.
La autopsia preliminar reveló que el fallecido tenía una herida en el rostro, aunque esta no habría sido la causa de la muerte. El resultado de las pericias forenses será clave para determinar cómo murió y si hubo participación de terceros.
Mientras tanto, la División Homicidios y el Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) realizan peritajes, entrevistas a familiares y el análisis de dispositivos electrónicos. El fiscal Sale señaló que no se descarta ninguna hipótesis y que las próximas horas serán decisivas para esclarecer un caso atravesado por sospechas de violencia intrafamiliar y justicia por mano propia.
