El gobernador en uso de licencia, Osvaldo Jaldo, salió al cruce este lunes de las amenazas lanzadas en redes sociales contra él, el jefe de Policía Joaquín Girvau y el jefe de la Unidad Regional Norte Gustavo Beltrán, presuntamente por familiares de Javier “Chucky” Casanova, delincuente con amplio prontuario que fue trasladado el sábado pasado al penal de Benjamín Paz con prisión preventiva.
“Desde el primer día fuimos claros: vinimos a poner orden y lo estamos cumpliendo a rajatabla porque se acabó la impunidad en Tucumán. A nosotros con amenazas no nos van a amedrentar. Al contrario, vamos más a fondo”, afirmó Jaldo.
El mandatario destacó que la política de seguridad apunta a desarticular tanto a los “soldaditos” como a las estructuras económicas del narcotráfico. Recordó que ya fueron secuestradas camionetas, propiedades, armas de guerra, drogas y dinero, y anticipó que también avanzarán sobre los bienes de los familiares de delincuentes: “Son cómplices directos de las actividades criminales. No vamos a permitir que se sigan enriqueciendo a costa del sufrimiento de los tucumanos”.
Jaldo remarcó la coordinación con el Poder Judicial y fuerzas federales, y señaló que el Operativo Lapacho refuerza los casi veinte pasos fronterizos de la provincia: “Cuando fallan los controles en Jujuy o Salta, nosotros tenemos nuestra propia frontera”, dijo.
En plena campaña como candidato a diputado nacional, subrayó que las intimidaciones no modificarán su agenda política y defendió los resultados obtenidos: “Hoy el territorio lo tiene el Estado, no la delincuencia. Y vamos a fondo, caiga quien caiga”.