Una grave situación conmociona a Tucumán: una periodista de 26 años, que denunció por abuso sexual a los futbolistas Braian Cufré, José Florentín, Abiel Osorio y Sebastián Sosa, sufrió dos intentos de suicidio en los últimos días luego de que uno de los acusados presentara una contradenuncia por falso testimonio.
El primer episodio ocurrió cuando la joven intentó lanzarse desde la terraza de un edificio céntrico, pero fue rescatada por un trabajador de mantenimiento y asistida por compañeros y médicos. Horas más tarde, cerca de las 23, ingirió una gran cantidad de pastillas para dormir y debió ser socorrida por su familia. Tras este hecho, quedó internada en un hospital público, donde permanece bajo tratamiento especializado.
El malestar de la denunciante se produjo después de que la familia de José Florentín, actual jugador de Central Córdoba, iniciara una contradenuncia contra ella y sus abogados, Patricia Neme y Franco Venditti, acusándolos de haber armado un plan para sostener la acusación. Como parte de esa causa, la Justicia ordenó allanamientos en la casa del padre de la víctima y en los domicilios de los letrados, lo que agravó la crisis emocional de la joven.
La investigación principal sigue a cargo de la fiscal Adriana Reinoso Cuello, aunque a más de un año de la denuncia aún no fue elevada a juicio, lo que generó fuertes críticas de la defensa de la víctima. “Cada día de demora constituye un acto de revictimización y un mensaje de impunidad”, señalaron sus representantes legales, que insisten en avanzar con el proceso.
Los jugadores enfrentan acusaciones graves:
- Braian Cufré y José Florentín: imputados como coautores de abuso sexual con acceso carnal agravado, con penas de entre 8 y 20 años de prisión.
- Sebastián Sosa: señalado como partícipe secundario, con la misma escala penal aunque con posible reducción por su rol.
- Abiel Osorio: acusado de abuso sexual con acceso carnal, con penas de 6 a 15 años de cárcel.
Hasta el momento, los imputados permanecen en libertad. Mientras tanto, la joven continúa bajo cuidados médicos y su entorno reclama que la Justicia actúe con celeridad para evitar más daños en su salud emocional.